Amo la simetría, en líneas generales la busco.
Y este pequeño comedor en su nueva distribución cambió la reglas del juego ya que fui adaptando todo en pos del rinconero que busqué en reemplazo a la enorme mesa de comedor que abarcaba casi todo el lugar.
Un rinconero es lo más lejano a pensar en simetría, sin embargo jugué con esa idea en altura construyendo dos lámparas iguales colgadas a la par.
Las confeccioné con vidrios importados marrones y crema veteados, complementan muy bien con el techo y los muebles de algarrobo.
Penden de cadenas de bronce que bajan de unas ménsulas artísticas colocadas en los tirantes.