Hoy te voy a contar la historia de esta pieza.
Hace un tiempo atrás la persona que me había encargado la confección del Hello Kitty, me consultó la posibilidad de confeccionar una cámara fotográfica por su gran pasión a la fotografía.
Obviamente era cuestión de acordar algún modelo, arribar a una idea que fuese viable y le agradara, y comenzar.
Pero claro que una cosa es imaginarla y otra muy diferente materializarla.
Durante algún tiempo le di vueltas al asunto puesto que al conocerlo, tenía una idea de lo que buscaba pero había que saber transmitirle la idea porque además de lo anteriormente mencionado, yo puedo visualizarla con total claridad pero el tema es que quien la espera, encuentre que funciona en la misma forma para él.
Así pasaron varios meses, 8 para ser exacta, hasta que finalmente pude plantearle dos ideas, de las cuales escogió una.
Pero para llevarla a cabo sentía que debía incursionar con cosas diferentes, que si bien de a poco las voy aplicando en diferentes proyectos, en éste en particular debían ser protagonistas.
Y así fue que me decanté a elaborar la siguiente cámara con chapa y vidrio.
La elaboré también atendiendo al recurso del reciclado, obteniendo el cristal del lente de un fondo de frasco para poder trabajar con un cristal con curvatura. La chapa es hojalata de envases de cera, los botones son en algunos casos cabezas de tornillos que he recortado y hasta hay piezas de sistemas de cable para hacer la fantasía de botones y disparador.
Con soportes de visillos recortados, ejecuté los soportes de la cadena.
En su interior la base está elaborada en espejo para potenciar el sistema de luces que permite una cámara diferente a la que puede verse de día, y por debajo de su pieza superior para que la chapa tuviera un refuerzo, es un vidrio transparente el que cumple dicha función.
El cristal que hacía las veces de lente con luz en el interior generaba un aspecto demasiado intenso, motivo por lo cual se generó una pieza con cristales negros que hacen las veces de un diafragma. Aparte de cumplir el cometido reforzó la fantasía de una auténtica cámara fotográfica.
En uno de sus extremos superiores, un cristal transparente labrado hace las veces de flash.
Si bien el vidrio importado color borravino era un espectáculo en cuanto a su diseño, faltaba algo más que le otorgara carácter y la refinara un poco más, por ello recurrí a filigranas que destacan en el frente a cada uno de los lados del lente y en el frente superior.
La parte trasera fue elaborada con una puertita que emula las tapas traseras de las cámaras, que abre en forma lateral para colocar y retirar el rollo de película. Con este sistema se cuenta con la posibilidad de acomodar las luces y si se desea conservar en su interior el portapilas.
Fue un trabajo intenso del que me siento muy satisfecha, me tomé el tiempo necesario ya que cuando llegaba a algún punto que necesitaba resolver, tomé el tiempo necesario para pensarlo.
Cuando se hacen proyectos de esta naturaleza donde no hay patrones y todo nace de una idea dibujada, lo más probable es que hayan detalles que van a presentarse en el camino y cuanto más lento se transite, mejor saldrá.
Espero les haya gustado. La historia termina en que quien la solicitó se enamoró y ya tiene un espacio bonito en ese hogar junto a otras máquinas que conforman la colección de este apasionado de la fotografía.