Hace unos días surgió en mí la necesidad de intervenir objetos y si bien tengo muchas cosas en ejecución y algunos productos nuevos listos para salir, en ocasiones nos vamos enredando y se postergan un poco más que lo deseado.
Lo cierto es que hace algunos días me antojé de querer trabajar sobre llaves, rauda y veloz decidí entonces ir al anticuario a buscar llaves antiguas. Había visto algunas en exhibición pero yo necesito mirar tranquila. El señor del puesto decide descolgar una rueda de alambre que las contenía todas cual llavero gigante y me las entrega luego de invitarme a sentar para escoger con tranquilidad.
Eso conmigo y decirme quedate a vivir es lo mismo, amo los lugares donde uno puede relajar, pensar, imaginar y elegir. Pensé que tal vez complicaría las cosas dado lo dificultoso que les resultaría extraer las elegidas, pero no. Así que seleccioné 6 llaves a la vez que me explicaba había gente que las adquiría como objetos para la suerte y que en líneas generales llevaban de a 7 llaves.
Pero yo solo elegí 6 y un poco porque era una nueva incursión y debía probar trabajar con ellas, a la vez que si bien mi imaginación va bastante de la mano a lo que resulta, podía llegar a no ser lo esperado.
Lo cierto es que el señor del puesto tomó nota de mis observaciones y una muy pequeña que me conmovía, tal vez por recordarme un antiguo buzón que mi abuela me regalara como alcancía, decidió regalármela diciendo que la septima me la regalaba.
Lo que se regala es de uno y esa queda conmigo y aún no decidí que intervención tendrá.
Las otras 6 son las que verás a continuación por mí intervenidas y listas para que puedas escoger tu amuleto, sea cual fuere el que más te agrade.
Sin quererlo terminaron teniendo un estilo muy steampunk, que adoro; además de decidir alarlas cual mariposas o libélulas, tan vinculadas al mundo vitraux.
Espero te agraden y si querés que alguna te acompañe en un rincón de tu hogar, me contactás.
El valor ya está disponible en la lista de precios.