La vida no cuenta los pasos que has dado, ni los zapatos que has usado, sino las huellas que has dejado.
y como en ello me empeño qué mejor que adentrarme en la fantasía de un zapato que deje huella con la imposible posibilidad de calzarlo.
Hace mucho tiempo había visto en pinterest unas sandalias que emulaban ser de vitraux, y a esa locura decidí convertirla en verdadero vitraux.
Fue muy bonito ponerme en modo zapatero y poner manos a la obra. Partí de la plantilla de unas sandalias mías, la cual achiqué porque no iba a realizar un zapato de mi talla y de allí en más fue cortar chapa, planchuela de corcho, varillas de plomo, filigranas de plomo y quitar el vaso de una copa cuyo pie deseaba utilizar para que cumpliera la función de un taco.
Luego armé un molde para su talón y diseñé la mariposa. Fue trabajada íntegramente en vidrio labrado iridiscente. A la filigrana que hace las veces de la tirilla del empeine le añadí otro pedacito más al cual le incorporé una diminuta tirita de strass iridiscene también. Ya era demasiado el trabajo en la parte posterior, motivo por el cual delante sólo debía contar con un mínimo detalle a tono con el resto, sin saturar.
La plantilla interna la confeccioné en terciopelo negro.
Fue precioso realizarlo, no así fotografiarlo; hecho que demandó mucho de mí ya que deseaba que los iridiscentes lucieran y poder ser gráfica con los detalles.
Deseo te agrade y si es estás interesado, la podés ver publicada en la lista de precios.
